Los caballos son individuales y por eso responden al estrés de maneras diferentes, como los humanos. Hay métodos además de los fisicos, para averiguar cómo responde un caballo ante el estrés. Algunos caballos responden de forma visible por ejemplo: pateando, haciendo zigzag en la cuadra o enseñando nerviosismo extremo. Las cosas nuevas provocan una respuesta rápida como “pérdida de control”. Sin duda, la genética y los ambientes también influyen.
Si el estrés es perjudicial y negativo en el caballo y su salud, ¿Que podemos hacer para reducirlo.?
Si tratamos a cada caballo como individual, será de gran ayuda. Si comprendemos la jerarquía de la manada e introducimos nuevos métodos de entrenamiento poco a poco, incluso otros caballos. Todo lo que podamos entender acerca y sobre ellos juegara un papel importante para ayudar a disminuir el estrés.
Es normal que un caballo trabaje bien en el lugar de entrenamiento o en su hábitat, y sólo tenga problemas cuando se aleja del entorno. Si reconocemos los factores estresantes y el impacto que producen en cada caballo, y luego realizamos los cambios de control necesarios, reducirá los efectos del estrés.
Hay fármacos que provienen de plantas que también pueden ayudar a que los caballos se adapten a situaciones estresantes y a disminuir los efectos negativos del estrés. Por ejemplo: Morinda citrifolia es una de las plantas.
Si tratamos a cada caballo de forma particular y aprendemos de ellos podremos disminuir los efectos en caballos de todas las edades. Paciencia es clave. Todo tarda el tiempo que tarda!
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